El chico del partido de fútbol estuvo una hora preguntándome si yo también engañaba a mi marido en casa. En algún momento incluso me enojé un poco. Le dije que vendría aunque no era cierto que solo lo engañé en vacaciones y cuando llegamos a la moto me quité la falda y le dije que despertara y aprovechara la oportunidad que nunca volvería a presentarse.