Para mí, que siempre he recha 
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Description: Para mí, que siempre he rechazado cualquier forma de violencia, descubrir que, de joven, mi esposa se excitaba con las noticias sobre actos delictivos relacionados con la violencia contra las mujeres fue toda una sorpresa. La primera vez que se percató de esta perversión fue durante un allanamiento a una casa cercana. Ella y su familia conocían de vista a la víctima, una dominatrix de 40 años, y al encontrarla en la calle por primera vez después del robo, las palabras del periodista que había escrito el artículo le vinieron a la mente y se excitó. El artículo decía que los cuatro hombres habían abusado de la mujer toda la noche, e incluso lo habían hecho "contra natura". De repente, imaginó a esa mujer siendo follada por esos delincuentes y sintió una intensa excitación. Empezó a desear haber vivido esa dramática experiencia, y luego deseó estar en su lugar, allí, en la calle, con todos esos hombres mirándola, imaginándola desnuda y ahora abierta a cualquier experiencia sexual. Nada más llegar a casa, mi mujer se masturbó, y tras su orgasmo, se dio cuenta de lo absurdo de sus deseos, que desgraciadamente, a pesar de sus intentos de negarlos, pronto volvieron a su mente.
Para mí, que siempre he rechazado cualquier forma de violencia, descubrir que, de joven, mi esposa se excitaba con las noticias sobre actos delictivos relacionados con la violencia contra las mujeres fue toda una sorpresa. La primera vez que se percató de esta perversión fue durante un allanamiento a una casa cercana. Ella y su familia conocían de vista a la víctima, una dominatrix de 40 años, y al encontrarla en la calle por primera vez después del robo, las palabras del periodista que había escrito el artículo le vinieron a la mente y se excitó. El artículo decía que los cuatro hombres habían abusado de la mujer toda la noche, e incluso lo habían hecho "contra natura". De repente, imaginó a esa mujer siendo follada por esos delincuentes y sintió una intensa excitación. Empezó a desear haber vivido esa dramática experiencia, y luego deseó estar en su lugar, allí, en la calle, con todos esos hombres mirándola, imaginándola desnuda y ahora abierta a cualquier experiencia sexual. Nada más llegar a casa, mi mujer se masturbó, y tras su orgasmo, se dio cuenta de lo absurdo de sus deseos, que desgraciadamente, a pesar de sus intentos de negarlos, pronto volvieron a su mente.

Fecha: 19-08-2025 08:22:34
DolceVoyeur

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