La esclava tiene los pies atados, ganchos en los pezones y ha sido privada de la vista para no reconocer a los hombres que la follarán. ¡Sólo tendrá que sentir cómo sus pollas la destripan! Los ganchos sirven para establecer la excitación del esclavo: si los pezones se retrajeran, los ganchos caerían y el esclavo sería castigado...