Y aquí estoy en la playa con el chico que conocí en el balneario que también juega al fútbol todas las semanas con mi marido, imagínense mientras me tomaba fotos que seguramente les enviaba a los demás futbolistas, mi marido a estas alturas era un cornudo para todos sus compañeros de fútbol, pero mientras tanto ya lo era, en mi opinión ellos ya lo creían.