Una pareja, tan cerebral como hermosa, sintió la necesidad de analizar su sexualidad y buscar placer mental y físico más allá del clásico intercambio y la participación del toro, una situación que habían probado pero que no les satisfacía. Se abrieron, se confiaron, se pusieron a experimentar, sin miedo, sin prisa, y con convicción se entregaron completamente a mí... Juntos descubriremos juegos fascinantes y estaré encantada de guiarlos y acompañarlos en este viaje transgresor.