Aquí están Lia, mis bolas ... ¡te las presento! Están llenos de un deseo extremo por Ti ... imagino que estás ahí abajo, con tu soberbia lengua ... los lames lentamente con la punta de la lengua, les das la vuelta ... son cada vez más ¡Duro y lleno de cálido néctar para ti mi Diosa!