Me la imagino así en casa de mi amigo, ella acostada en la cama mientras él se mueve por la habitación. Mientras conversan, con mucha naturalidad, mi mujer comienza a levantarse la falda. Ella se muestra a los ojos del toro, quiere que él la anhele y luego la tome a la fuerza. Estoy en la oficina, ella me había mencionado que se encontraría con alguien por la tarde, pero no especificó si era hombre o mujer, ¡la curiosidad por saber si me está poniendo los cuernos de nuevo es irresistible!