Después de presentarme los placeres bisexuales, esa pareja empezó a hacerme jugar con ellos mientras vestía ropa de mujer. No me sentí avergonzado con ellos pero el día que decidieron jugar juntos con sus otros amigos me sentí avergonzado. Pero cuando me di cuenta de lo mucho que mi cuerpo excitaba a todos, la vergüenza dio paso a una inmensa emoción...