Por favor, lean: mi esposa tiene 32 años. Esta foto fue tomada cuando aún no nos conocíamos, hace 14 años, cuando ella acababa de cumplir 18. En aquel entonces, ella dice —y no hay motivos para dudarlo— que era bastante ingenua e inocente. Ahora bien, objetivamente, díganme si cada prueba, examinada con detenimiento, no lleva a creer sin lugar a dudas que era, quizás incluso sin saberlo, una zorra con hambre de polla. Sean objetivos y sean totalmente feroces en sus opiniones. Gracias a ambos.