1 por fin aquí estamos, nos vemos en el estacionamiento, bájense de los autos, todo muy natural, como siempre nos conocemos, los tres a gusto, Lia hermosa, carita apelmazada, gran sonrisa, obviamente también estaba ella gran cornudo del marido. Una auténtica cornuda, como pocas. Lia con su uniforme infiel, falda vaquera, pedrería blanca de tirantes y tobilleras hmmmm como la hemos llegado a ver en sus aventuras. Inmediatamente un lindo beso con la lengua (porque la lengua da más pasión y hace que un verdadero cornudo se sienta más cornudo), y una lamida desde el cuello hasta detrás de la oreja, y luego obviamente un saludo al marido, después de haberlo llamado para lo que el es