Adoro a las mujeres en todas sus expresiones existenciales. Más allá de la atracción carnal que me convierte en un cerdo dispuesto a dar rienda suelta a sus más bajos instintos sexuales, amo la belleza que acompaña a toda mujer, y destaco a CADA mujer. En su diversidad cada una tiene una peculiaridad, tanto mental que genera encanto, como física que genera atracción, que me empuja a amarla y admirarla. Quizás esta sea una de las razones por las que me encanta fotografiar el cuerpo femenino y hacerlo intentando representar la belleza y el encanto que veo en ese cuerpo, sin vulgaridades. Me gusta fotografiarlos, sin importar si se me dará la oportunidad de poder amarla físicamente, porque cuando disparo ya la estoy amando cerebralmente. Por eso cuando los fotografío intento transmitir toda la sensualidad que percibo de ese cuerpo y evitar representarlo como un vulgar trozo de carne. Por eso pretendo empezar a publicar las fotos irreconocibles de las mujeres que amé, esperando poder compartir con esta comunidad el encanto y el erotismo que me comunicaron. En esta foto aparece Gabriella, una profesional que trabaja en el campo de la asesoría fiscal en Roma: una mujer hermosa, pero cuya belleza se esconde y mortifica en su apariencia cotidiana, quizás porque su exteriorización se ve continuamente obstaculizada por su confidencialidad y, quizás, por la timidez que lo caracteriza. A su manera única y tremendamente fascinante, como los demás compañeros de aventuras que publicaré próximamente.
Fecha: 08-11-2020 06:27:14
Enviado por:
Aratro
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Informe falso (FAKE)