..”¡Ahora fóllame hasta secarme!” —dijo, arqueándose y ofreciéndole una vista de sus orificios, cuya elección le había comunicado perentoriamente. Estaba lista, decidida a tomar la polla de David después de la larga pausa de años. Y lo quería allí mismo, en su culo, donde le dolía, pero donde el dolor era superado y mitigado por el aumento del placer. Ella estaba lista, él ejecutó...