Presentando a su esposa al nuevo toro arreglado Mi primer encuentro fue hace unos meses, cuando llevé a mi perra al toro seleccionado que se convertiría en mi compañero habitual durante varios meses. Se cambió los calcetines y el leotardo porque, como notarán los más observadores, el izquierdo se rompió durante las fotos. Obviamente, estaba apareada, pero dejamos de tomar fotos allí.